Inge Heinzl, Redactora | Marisabel Caballero, Directora Técnica Global de Avicultura |Twan van Gerwe, Director Técnico | Ajay Bhoyar, Director Técnico Global de Avicultura – EW Nutrition
La preocupación por la resistencia a los antibióticos en los seres humanos y los animales de producción ha provocado un impulso generalizado para reducir el uso de antibióticos en las unidades de producción pecuarias. Para satisfacer estas demandas, la industria debe mantener la presión patógena en las granjas lo más baja posible, lo que permite una producción sin antibióticos o con un uso mínimo de los mismos.
Los 3 pasos esenciales para reducir los antibióticos en la producción de pollos de engorda
A continuación, se exponen ideas basadas en la experiencia y consejos prácticos relativos a las mejores prácticas para la producción de carne de pollo de engorda con un uso reducido de antibióticos, centrándose en los siguientes puntos:
» Bioseguridad en las explotaciones
» Gestión de la nave de pollos de engorda, incluida la limpieza y desinfección, y la gestión del entorno y las camas
» Manejo de la parvada, incluida la calidad de la alimentación, la prevención de enfermeda- des y la nutrición
1. Bioseguridad general de las explotaciones
La bioseguridad es la base de todos los programas de prevención de enfermedades (Dewulf et al., 2018). Por lo tanto, es esencial en escenarios de reducción de antibióticos. Incluye todas las medidas adoptadas para reducir el riesgo de introducción y propagación de enfermedades, prevenirlas y proteger contra los agentes infecciosos. Su fundamento es el conocimiento de los procesos de transmisión de enfermedades.
La aplicación de normas de bioseguridad elevadas y constantes reduce sustancialmente la resistencia a los antimicrobianos al impedir la introducción de genes de resistencia en la explotación y disminuir la necesidad de utilizar antimicrobianos (Davies y DWales, 2019).
En primer lugar: ¡todos deben actuar de común acuerdo!
La bioseguridad es una de las condiciones previas para el éxito de un programa ABR, y es crucial encarrilar a todos los trabajadores/personal mediante una formación periódica sobre las mejores prácticas y su posterior aplicación rigurosa. El plan de bioseguridad sólo puede ser eficaz si todos los miembros de la explotación lo siguen en todo momento. Los responsables de la granja, los trabajadores avícolas y otras personas que entren en la instalación deben respetar las medidas de bioseguridad de la granja, 24/24h – 7/7d.
La separación ayuda a evitar la propagación de patógenos
Un componente esencial para la bioseguridad es implantar una “línea de separación” entre la explotación y cada nave. Es vital disponer de una buena separación entre animales de alto y bajo riesgo y entre zonas de la explotación sucias (tráfico general) y limpias (movimientos internos). De este modo, no sólo se evita la entrada, sino también la propagación de la enfermedad, ya que las posibles fuentes de infección (por ejemplo, las aves silvestres) no pueden llegar a la población de la explotación.
La explotación debe estar bien aislada, sin permitir la entrada o el paso de personas que no trabajen en ella ni de animales, incluidos los domésticos.
Dentro de la granja, las paredes del gallinero forman la primera línea de separación, y el “Protocolo de entrada danesa en dos zonas” constituye una segunda línea. Este sistema utiliza un banco para dividir la antesala de un gallinero en dos partes (exterior / “zona sucia” e interior / “zona limpia”). Como mínimo, hay que cambiarse el calzado y lavarse o desinfectarse las manos al pasar por encima del banco; es aún mejor que los trabajadores lleven ropa específica para el gallinero y redecillas para el pelo al entrar en la zona avícola.
La sala se divide en zonas “sucias” y “limpias”.
1. Tras la entrada desde el exterior, los trabajadores/visitantes pisan una bandeja de botas desinfectantes.
2. Se quitan los zapatos de calle y los dejan en el lado sucio de la zona de entrada.
3. Luego, giran del lado sucio al limpio balanceando las piernas sin tocar el suelo.
4. Se lavan las manos y las desinfectan.
5. Deben ponerse el mono, la gorra, la máscara y las botas del gallinero.
6. Completamente vestidos, pueden entrar en el gallinero.
7. Cuando salen de la caseta, hay que seguir un proceso inverso.
Aún queda mucho por hacer para evitar la entrada y propagación de enfermedades.
Materiales distintos para cada caseta
Para cada caseta deben utilizarse materiales distintos, manteniendo un conjunto específico de herramientas y equipos necesarios para el trabajo diario.
Muy importante: no se debe trasladar ningún material de una caseta a otra si no se ha desin- fectado a fondo. Las jaulas para el transporte de aves en caso de clareo (despoblación parcial de una manada de pollos de engorde) son un ejemplo importante.
Practicar la eliminación limpia de la mortalidad
En primer lugar, la retirada de aves muertas debe ser frecuente (mínimo dos veces al día), ya que los cadáveres son una fuente de infección. El siguiente punto es asegurarse de que la ruta de eliminación de las aves sea estrictamente unidireccional, y que los cubos o carretillas para el transporte de las aves muertas no vuelvan a entrar en el gallinero. Por último, los cadáveres deben permanecer fuera de la explotación o lo más lejos posible de los edificios hasta su recogida, incineración o compostaje.
2. Gestión de naves de pollos de engorda
Tras la organización general de la granja, pasemos a los gallineros.
Limpiar y desinfectar la caseta son los primeros pasos, ¡y comprobar su eficacia!
La limpieza y la desinfección son componentes esenciales para evitar la persistencia y propagación de agentes patógenos. El objetivo de ambos es reducir el número de microbios en las superficies (y en el aire) hasta un nivel que garantice la eliminación de la mayoría -si no de todos- los agentes patógenos y zoonóticos.
Por limpieza se entiende la eliminación física de la materia orgánica y las biopelículas, de modo que los microorganismos y agentes patógenos queden expuestos después al desinfectante.
Para una limpieza y desinfección eficaces, el sistema “todo fuera/todo dentro” ha demostrado su utilidad. Cuando se recogen las aves, se retira toda la materia orgánica, incluidos los restos de comida y las heces.
Se utilizan detergentes eficaces y agua caliente para eliminar cualquier resto de grasa o materia orgánica. Preste especial atención a los suelos. Además, todas las superficies y equipos deben limpiarse suficientemente y recibir una desinfección final.
La limpieza es crucial
Un estudio de Luyckx y colaboradores (2015) reveló que el recuento medio de bacterias aerobias totales en muestras de hisopos tomadas en naves de pollos de engorda disminuye significativamente ya después de la limpieza (figura 2). Una buena limpieza no sólo reduce en gran medida la contaminación microbiológica y la materia orgánica, sino que también garantiza que la desinfección posterior tenga un mayor impacto sobre los microorganismos restantes. Tenga en cuenta que todos los desinfectantes, incluso en altas concentraciones, apenas son eficaces en presencia de materia orgánica.
Vigilar la eficacia de la limpieza y la desinfección
Una vez finalizadas la limpieza y la desinfección, es una buena práctica comprobar los suelos en busca de recuento total viable (TVC), Salmonela y E. coli para comprobar la eficacia del proceso de limpieza y desinfección. Los niveles recomendados de TVC deben ser inferiores a diez unidades formadoras de colonias por centímetro cuadrado (UFC/cm2), y los niveles de E. coli y Salmonela deben ser indetectables.
Cuando se detectan TVC elevados, debe evaluarse el procedimiento de limpieza y desinfección, incluidos los productos (se recomienda una rotación) y su aplicación (por ejemplo, dosis, dilución, temperatura del agua y tiempo de exposición). Además, debe controlarse la posible reinfección por alimañas o personal durante el tiempo de inactividad.
Limpieza y desinfección de la línea de flotación contra la biopelícula
En las líneas de flotación, la acumulación de biopelículas puede ser un problema. El biofilm es una película pegajosa que puede encontrarse en el interior de las tuberías de agua, los reguladores y los bebederos de tetina. Comienza cuando las bacterias se adhieren a una superficie y producen una matriz de sustancias poliméricas extracelulares (EPS), incluidas proteínas y azúcares, que confieren a la biopelícula la pegajosidad que atrapa a otras bacterias y materia orgánica. Proporciona a las bacterias protección frente al entorno exterior, por lo que se multiplican y prosperan.
Las biopelículas no sólo bloquean el flujo de agua, sino que también pueden incluir bacterias patógenas. Así pues, la línea de flotación debe limpiarse y desinfectarse periódicamente, no sólo entre parvadas, sino también dentro de cada parvada.
Entre bandadas, una limpieza eficaz de la línea de flotación debe incluir:
» Aplicación de peróxido de hidrógeno a alta concentración, dejándolo en el sistema durante 24-48 horas para eliminar la biopelícula de las tuberías)
» Enjuague la línea para eliminar la biopelícula desprendida, active también las boquillas con una escoba o un palo para enjuagarlas
» Inmediatamente antes de la colocación de los nuevos pollitos, se deben purgar las tuberías de agua para que los pollitos dispongan de agua potable fresca.
» La presión del agua debe ajustarse de forma que se vea una gota de agua en el extremo de cada tetina, y los bebederos se colocan a la altura correcta para estimular la ingesta de agua y evitar derrames.
Durante la vida de las aves, debe utilizarse un desinfectante del agua para evitar la formación de biopelículas, por ejemplo, peróxido de hidrógeno en aplicaciones semanales o el uso continuado de cloro. Además, el enjuague es una buena práctica durante todo el ciclo para asegurarse de que se elimina la biopelícula y las aves cuentan con agua potable fresca.
Hasta cierto punto, la formación de biopelículas puede evitarse utilizando acidificantes orgánicos en el agua, que mejoran la eficacia de los desinfectantes y reducen la proliferación de bacterias en los conductos de agua.
Una ventilación correcta ayuda a prevenir las enfermedades respiratorias
Para mantener sanos a los pollos de engorda, es crucial proporcionar una ventilación óptima en el gallinero. El CO2 y la temperatura son los parámetros más críticos. El CO2 nunca debe superar las 2500 ppm y debe controlarse continuamente, sobre todo a primera hora de la mañana, antes de que las aves aumenten su actividad (por ejemplo, comiendo). Las tasas de ventilación deben ajustarse para mantener el CO2 por debajo de este límite. Deben evitarse las corrientes de aire o los puntos fríos que provoque una distribución desigual de las aves en el gallinero, y sus causas deben investigarse y repararse inmediatamente.
Una ventilación incorrecta suele ser la causa de enfermedades respiratorias y de la necesidad de tratamiento antibiótico. Independientemente de si se utiliza ventilación natural o eléctrica, es indispensable una supervisión adecuada del sistema para garantizar el buen funcionamiento de los equipos y, por tanto, una calidad del aire adecuada (Neetzon et al., 2017).
Gestión de las camas para controlar las enfermedades
La gestión eficaz de la cama es otro paso en el camino para mantener sanas a las aves. La sequedad de la cama y el nivel de amoníaco en las aves son dos factores clave para el éxito de la cría de pollos de engorda. El lecho seco preserva las almohadillas plantares, por lo que el material del lecho debe tener una buena capacidad de absorción de la humedad (por ejemplo, paja picada, virutas de madera, cáscaras de arroz, cáscaras de girasol). Cuando se reutiliza la cama, hay que prestar más atención al saneamiento y los tratamientos de ésta..
El tratamiento de la cama (con sustancias acidificantes o aglutinantes) y una ventilación adecuada son las medidas más prácticas para controlar el amoníaco y mejorar la calidad de la cama (Malone, 2005). Mantenga la temperatura de la cama entre 28 y 30°C, y utilice únicamente cama probada o certificada con un TVC <10 UFC/g.
3. Manejo de la parvada
La base: pollitos de un día sanos y de alta calidad
Para producir pollitos de un día de buena calidad, las parvadas parentales (PS) deben tener un buen estado sanitario. Los PS deben estar libres de enfermedades de transmisión vertical, como Mycoplasma y Salmonela, y vacunados/protegidos contra enfermedades importantes:
» Salmonella pullorum/Salmonella Gallinari debe evaluarse en PS mediante serología RPA en la semana 25-30, al menos 60 muestras por parvada.
» Mycoplasma gallisepticum debe comprobarse mediante serología RPA/ELISA de forma regular, preferiblemente al menos mensualmente, con un mínimo de 30 muestras por parvada.
La vacunación de la parvada parental conduce a la producción de anticuerpos maternos que ayudan a prevenir la infección horizontal (del entorno de la granja de pollos de engorda) en los pollitos a una edad temprana. Este tipo de prevención es la función principal de algunas vacunas, como la de enfermedad de Gumboro.
Unas condiciones confortables hacen que los pollos coman
La fase de cría requiere una atención especial; se trata de acoger a los polluelos y hacer que se sientan cómodos en el entorno de la nave. Para ello, hay que proporcionar suficiente cama, gestionar el entorno y suministrar alimento y agua. Al menos 24 horas antes de la colocación de los pollitos, se aumenta la temperatura de la nave y del suelo hasta un mínimo de 34°C y 28°C, respectivamente. También son esenciales una ventilación y una iluminación adecuadas. Estas condiciones deben vigilarse y ajustarse después de la colocación para que los pollitos se sientan cómodos y empiecen a consumir alimento y agua. Comprobar el comportamiento de los pollitos es crucial durante las primeras horas tras su colocación.
Cuando se coloquen los pollitos, se recomienda disponer de alimento desmenuzado de preinicio encima del papel de la criadora, debajo de la línea de bebederos. Para estimular el consumo precoz de alimento y agua, coloque suavemente los pollitos sobre ese papel. El objetivo es que el 100 % de los pollitos con buche se llenen en las 48 horas siguientes a su colocación.
Reducir la densidad de población
En general, una densidad de población elevada puede restringir el movimiento de las aves, interferir con el flujo de aire y aumentar la humedad de la cama y el crecimiento microbiano, incluidos los patógenos, lo que puede perjudicar la salud, el bienestar y el rendimiento de los pollos de engorda.
Cuando reduzca los antibióticos, aumente el espacio por ave en 0,05pies2/46cm² por ave en comparación con su programa convencional actual. Una densidad de población más baja ayuda a mantener la humedad de la cama al mínimo, lo que reduce el desprendimiento de ooquistes de eimerias y bacterias patógenas sobre la población.
Todos los animales deben tener acceso a comida y agua en todo momento. El número de pollos por comedero o bebedero depende del tipo de equipo utilizado.
Observación constante de la parvada
Para reconocer los problemas sanitarios emergentes, los productores deben observar críticamente el comportamiento de las aves todos los días. ¿En qué puntos deben centrarse?
» En primer lugar, al entrar en el gallinero, debe observarse con atención el comportamiento de las aves y su respuesta al trabajador avícola. Observe la dispersión de las aves por toda la caseta.
» Observe el comportamiento de las aves a la hora de beber y comer. La ingesta de alimento y agua debe registrarse diariamente, siempre a la misma hora.
» Debe juzgarse la calidad de los excrementos fecales frescos. Cualquier cambio en los excrementos (pérdida de consistencia) puede ayudar a detectar una enfermedad emergente y tomar medidas contra ella.
Especialmente durante y después del cambio de alimentación, es necesario prestar atención a los cambios en la consistencia habitual de las heces.
La vacunación y el uso prudente de antibióticos son cruciales
Considere cuidadosamente los programas de vacunación para pollos de engorda. Las vacunaciones innecesarias afectan al sistema inmunitario, lo que puede reducir el rendimiento y, en algunas circunstancias, hacer que las aves sean más susceptibles a otras enfermedades. De ahí que el programa de vacunación debe sintonizarse con diligencia (Neetzon et al., 2017).
» Los antecedentes de enfermedades de la granja de origen, así como de la granja donde se colocarán los pollitos, son factores esenciales para el programa de vacunación.
» Si es posible, deben elegirse cepas vacunales que sean lo menos inmunosupresoras posible.
» Si no se permiten los coccidiostatos, se requiere una vacunación eficaz contra la coccidiosis, que debe realizarse lo antes posible.
» Todas las vacunaciones deben administrarse siguiendo un procedimiento operativo estándar que minimice las molestias de las aves y optimice la vacuna, y administrar siempre las vacunas siguiendo los consejos del fabricante.
Después de la vacunación, es esencial vigilar los efectos del estrés vacunal y tomar medidas preventivas para evitar cualquier problema con el rendimiento de los pollos de engorde en términos de aumento de peso y mortalidad.
Utilizar los antibióticos con discernimiento
Como nuestro objetivo es reducir los antibióticos, éstos deberían limitarse a un uso puramente terapéutico, sólo si otras medidas de prevención de enfermedades no han tenido éxito, y la mortalidad o los síntomas de la enfermedad hacen necesario el tratamiento. Antes del tratamiento, la enfermedad debe ser diagnosticada por un veterinario cualificado. El diagnóstico debe ir seguido preferentemente del aislamiento de las bacterias causantes de la enfermedad, su clasificación y pruebas de susceptibilidad antes de aplicar los antibióticos.
Deben preferirse los antibióticos de pequeño espectro que tienen menos probabilidades de causar resistencia a los antimicrobianos (RAM). Los antibióticos de amplio espectro o los que puedan causar RAM sólo pueden utilizarse después de que las pruebas de susceptibilidad hayan demostrado resistencia a un antibiótico de primera elección. El efecto del tratamiento debe evaluarse mediante un seguimiento diario de los síntomas de la enfermedad, la mortalidad, el agua, el consumo de pienso y el aumento de peso corporal.
Despoblación parcial: aspectos a tener en cuenta
Si se practica el clareo (despoblación parcial), debe hacerse con las máximas medidas de bioseguridad. Los productores deben asegurarse de que el equipo utilizado en el proceso de captura se limpia a fondo antes de entrar en la nave, y de que el personal encargado de la captura de aves toma las mismas medidas que el personal de la explotación cuando entra en ésta y en la nave. Estas políticas ayudarán a minimizar la introducción de agentes infecciosos.
Mantenga el periodo de retirada de alimento para este proceso lo más corto posible para evitar la volubilidad, que puede inducir lesiones cutáneas (algunas regiones capturan a las aves con poca intensidad de luz para evitar la volubilidad). Un período corto de retirada del alimento también evita el consumo excesivo de alimento en poco tiempo, lo que posiblemente interrumpa el paso del alimento en el intestino y provoque un desequilibrio bacteriano y disbacteriosis en las aves restantes. Tras el clareo, la alimentación y la temperatura deben adaptarse al menor número de animales.
Proporcione a sus aves agua de alta calidad para beber
El agua es el nutriente más importante para los pollos de engorde. Desempeña un papel esencial en la digestión y el metabolismo, la termorregulación y la eliminación de residuos.
Varios factores afectan a la calidad del agua: temperatura, pH, bacterias, dureza, minerales y sólidos disueltos totales. Estos parámetros de- ben analizarse al menos dos veces al año. Si es necesario, deben tomarse medidas correctoras, por ejemplo, una filtración para eliminar los mi- nerales, la adición de cloro para la desinfección o la adición de ácidos orgánicos para bajar el pH.
Antes de cada ciclo, el agua debe someterse a un análisis de aerobios totales + enterobacterias, en comparación con los valores de referencia: El recuento total en placa (TPC) debe ser < 1000 UFC/ml, y E. coli, Enterobacteriaceae, levaduras y mohos a niveles indetectables. La sección sobre limpieza y desinfección de la línea de flotación ofrece ideas y consejos prácticos sobre el saneamiento del agua y el análisis microbiológico.
Nutrición y alimentación: un pilar para la reducción de antibióticos
La nutrición y la alimentación en la producción de pollos de engorda ABR no sólo tienen que ver con el suministro de nutrientes para el crecimiento, sino también con los efectos de la alimentación en la salud intestinal. La salud intestinal es esencial para la salud general, el bienestar y la productividad de los animales, más aún en escenarios de reducción de antibióticos.
Los alimentos deben ser de la máxima calidad en todos los aspectos
Es necesario un alimento de alta calidad para proporcionar al animal los nutrientes necesarios y lograr su utilización óptima. También es importante la ausencia, limitación o gestión de sustancias nocivas y agentes patógenos. La alta calidad, por tanto, incluye:
» Forma y composición del alimento final
» Valor nutritivo de las materias primas
» Gestión de sustancias nocivas.
Desde la recepción y el almacenamiento de las materias primas hasta la expedición del alimento acabado, la dirección de la fábrica de alimentos hace hincapié en su sistema de garantía de calidad, que es decisivo en este sentido.
Primera medida: garantía de calidad en las fábricas de alimentos
Las fábricas de alimentos que produzcan para operaciones sin antibióticos o con un uso reducido de los mismos deben disponer de un sistema de aseguramiento de la calidad (AC) y/o de un programa de buenas prácticas de fabricación (BPF) que garantice la producción de alimentos de buena calidad constante. Para lograr la menor carga posible de patógenos microbianos es necesario gestionar adecuadamente las materias primas y procesar los alimentos:
» Un control eficaz de roedores y aves silvestres
» Desinfección de todos los vehículos que entran en la fábrica de alimentos
» Almacenamiento y utilización adecuados de las materias primas (por ejemplo, uso del principio “primero en entrar, primero en salir”, gestión de silos).
» Limpieza periódica a fondo del equipo de molienda, los locales y las zonas de almacenamiento, y supervisión de estas actividades.
» Procedimiento operativo estándar y sistemas de aseguramiento de la calidad que garanticen la seguridad y la calidad de los alimentos
Comprobar la calidad de las materias primas y del alimento final
La digestión, la absorción y la salud intestinal dependen de la calidad de los ingredientes del alimento. Para proporcionar las mejores condiciones previas para un crecimiento sano, los productores deben evitar las materias primas de calidad reducida y/o inconsistente. Para ello, cada lote de materia prima debe analizarse en función de sus parámetros de calidad específicos. Los parámetros de calidad a tener en cuenta son:
» Físicas, como el color, el olor, el tamaño de las partículas y el aspecto general.
» químicas, como la composición nutricional y parámetros específicos. Por ejemplo, los cereales deben analizarse en busca de micotoxinas y factores antinutricionales; las grasas y los aceites deben analizarse en busca de ácidos grasos libres (AGL), relación insaturados/ saturados (US), índice de yodo (IV), pero también el índice de peróxido (PV), ya que las grasas oxidadas tienen un valor energético inferior, y su ingesta está relacionada con las enfermedades entéricas
» Biológicas, incluidas levaduras, mohos y enterobacterias
Un almacenamiento limpio en la granja evita el deterioro de los alimentos
Al igual que en la fábrica de alimentos, mantener limpias las instalaciones de la granja es de suma importancia. Los almacenes, silos, contenedores, comederos, etc., deben vaciarse, limpiarse y desinfectarse después de cada parvada; así se evita la formación de agregados de alimento que pueden provocar la aparición de moho y la contaminación por micotoxinas; además, en esos residuos pueden permanecer insectos, bacterias y parásitos.
Además, el alimento acabado debe controlarse analizando cada lote en lo que respecta a la composición comparada con los valores de la formulación del alimento, así como a los parámetros de calidad físicos, químicos y microbiológicos.
Adaptar la formulación del alimento y la alimentación a la fase de producción
El valor de la alimentación por fase
Disponer del número correcto de fases de la dieta para satisfacer las demandas de los animales y evitar el exceso de nutrientes proporciona una mejor salud intestinal y, por lo tanto, ayuda a los animales de producción en escenarios ABR. Las fases de alimentación deben diseñarse para evitar cambios bruscos en la nutrición y las inclusiones de materias primas, que podrían provocar disbacteriosis.
Alimentación para la salud intestinal
Cuando se alimente a pollos de engorda en escenarios de reducción de antibióticos, se debe tener especial cuidado al formular las dietas. El reto es conseguir el mismo rendimiento que la gestión convencional a un coste óptimo.
» No desperdicies nutrientes: Mejorar la digestibilidad de los alimentos y, al mismo tiempo, reducir los peligros de los factores antinutricionales procedentes de distintos ingredientes mediante el uso de enzimas exógenas adecuadas.
» Ojo con la fibra: Pueden incluirse niveles moderados de fibras insolubles con una estructura y composición adecuadas para favorecer el desarrollo y la función de la molleja. Esta medida permite modular mejor la motilidad intestinal y el paso de los alimentos al intestino. Además, favorece la salud intestinal, lo que se traduce en una mayor digestibilidad de los nutrientes.
» Cuidado con las proteínas: El exceso de proteínas no digeridas en el intestino posterior puede provocar la proliferación de Clostridium perfringens; entonces, pueden producirse desafíos subclínicos de enteritis necrótica. Además, el exceso de nitrógeno puede aumentar el contenido de humedad de las heces, dando lugar a una cama húmeda. La optimización de las dietas basada en perfiles de aminoácidos digestibles y el uso de aminoácidos sintéticos disminuyen o eliminan las necesidades mínimas de proteína bruta, evitando su exceso.
¿Qué forma de alimento?
La forma del alimento depende de la edad o de la fase de alimentación: los alimentos de iniciación pueden ofrecerse en forma de harina gruesa, pero preferiblemente en forma de migas o minipellets (< 2 mm de diámetro) y las dietas de crecimiento y acabado en forma de pellets de 3 – 4 mm.
Cuando se utilizan dietas granuladas, la calidad es también el criterio más importante. La mala calidad del pellet y, por tanto, el exceso de partículas finas aumentan la velocidad de paso del alimento, lo que provoca un desarrollo deficiente de la molleja y compromete la salud intestinal.
Un alimento peletizado de alta calidad puede resistir -sin demasiadas roturas- la manipulación que tiene lugar después de la transformación, como el transporte, el almacenamiento y el manejo de la granja. La calidad del pellet puede medirse mediante el Índice de durabilidad del Pellet (PDI), que se obtiene simulando las fuerzas de impacto y cizallamiento en una cantidad conocida de alimento durante un tiempo determinado. Transcurrido este tiempo, la muestra se tamiza y los finos se separan, se pesan y se comparan con la muestra inicial.
El PDI debe medirse en la fábrica de alimentos y compararse con una norma. Posteriormente, también se recomienda medir el PDI en la explotación, y el productor debe tomar medidas correctivas si los pellets no pueden mantener su calidad.
Además, debe saberse que los cereales molidos gruesos estimulan el desarrollo y la función de la molleja. Así pues, aproximadamente el 30 % del alimento debe consistir en partículas de entre 1-1,5 mm (postpelletización) en todas las fases de alimentación.
Los aditivos para alimentos pueden contribuir a la reducción de antibióticos
La industria de los aditivos para alimentos ofrece a las explotaciones e integraciones de pollos de engorda diversas soluciones para hacer la producción más manejable y eficiente.
Un buen comienzo es la mitad de la batalla
Empecemos con los pollitos. La introducción temprana de bacterias beneficiosas en el tracto intestinal ha demostrado ser útil para optimizar la salud intestinal. Esta colonización puede lograrse con la administración de un preparado probiótico adecuado en la incubadora. Los preparados probióticos multicepas inician eficazmente el desarrollo de un microbioma sano para una salud intestinal óptima. Para estos retos, se ofrece apoyo a través de VENTAR D y ACTIVO LIQUID de EW Nutrition, productos a base de fitomoléculas para el alimento y la línea de agua, respectivamente.
Mantener la salud intestinal
La salud intestinal es una de las condiciones previas esenciales para un crecimiento eficaz. Sólo un intestino sano garantiza una digestión y una absorción eficaz de los nutrientes. Se recomiendan varios enfoques para mantener la salud intestinal:
» Promoción de la flora intestinal beneficiosa y reducción de la patógena: aquí, las soluciones pueden venir en forma de productos basados en fitomoléculas que pueden aplicarse con el alimento (VENTAR D) o el agua (ACTIVO LIQUID).
» Gestión de toxinas bacterianas y micotoxinas: para este tema, se ofrecen productos que mitigan el impacto negativo de las toxinas en las aves (gama de productos MASTERSORB y SOLIS).
Proteja su alimentación
Cuando los alimentos se almacenan, siempre existe el riesgo de que proliferen bacterias, moho o levaduras. La oxidación de los ingredientes de los alimentos, como las grasas y los aceites, reduce su valor nutritivo. Estos problemas pueden prevenirse aplicando:
» Acidificantes que tienen efectos antimicrobianos debido a su efecto de disminución del pH, lo que, posteriormente, mejora la digestibilidad del alimento y estabiliza la flora intestinal (ACIDOMIX, FORMYCINE y PRO-STABIL)
» Antioxidantes que conservan ingredientes susceptibles de oxidación, como grasas y aceites (AGRADO, SANTOQUIN y STABILON)
Mejorar la calidad del pellet
La retención de humedad durante el proceso de acondicionamiento influye en la calidad del pellet: una mayor retención de humedad conlleva una mayor gelatinización del almidón, lo que se traduce en una mayor digestibilidad, aglutinación del pellet, menos finos y un mayor PDI. Los tensioactivos (por ejemplo, SURFACE) son compuestos que pueden reducir la tensión superficial entre el agua y el alimento, mejorando la absorción de humedad durante el proceso de acondicionamiento.
Además, el vapor húmedo del proceso de peleteo penetra mejor y tiene un mayor efecto antimicrobiano, lo que reduce la producción de bacterias y micotoxinas. La posible reducción de la temperatura de peletización protege los nutrientes.
El ABR en la producción de pollos de engorda es factible – observando algunas reglas
Como se ha mostrado anteriormente, la producción de pollos de engorda con antibióticos reducidos necesita que se tengan en cuenta muchos aspectos y que se tomen muchas medidas. Todas estas medidas pretenden mantener sanos a los animales y evitar el uso de antibióticos. Mantener la salud intestinal es crucial, ya que sólo un intestino sano rinde bien, consigue una utilización óptima de los nutrientes y aumenta el rendimiento del crecimiento.
Mantener con éxito una unidad de producción sin antibióticos o con un uso reducido de los mismos requiere un enfoque holístico en el que deben garantizarse las mejores prácticas en todos los niveles de la cadena de producción. La industria de los aditivos para alimentos ofrece una amplia gama de soluciones para ayudar a la producción animal en esta difícil tarea. El objetivo no podría ser más crítico: reducir la resistencia a los antibióticos para asegurar el futuro de la salud animal y humana.
Referencias:
1. Davies, Robert, y Andrew Wales. “Resistencia a los antimicrobianos en las granjas: Una revisión que incluye la bioseguridad y el papel potencial de los desinfectantes en la selección de resistencias”. Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safety 18, no. 3 (2019): 753–74. doi.org/10.1111/1541-4337.12438.
2. Dewulf, Jeroen, y Van Filip Immerseel. “Principios generales de bioseguridad en producción animal y medicina veterinaria”. Ensayo. En Bioseguridad en producción animal y medicina veterinaria: De los principios a la práctica. Wallingford, Oxfordshire, Reino Unido: CABI, 2019. doi.org/10.1079/9781789245684.0063.
3. Luyckx, K.Y., S. Van Weyenberg, J. Dewulf, L. Herman, J. Zoons, E. Vervaet, M. Heyndrickx y K. De Reu. “Comparaciones en granja de diferentes protocolos de limpieza en naves de pollos de engorde”. Poultry Science 94, nº 8 (2015): 1986–93. doi.org/10.3382/ps/ pev143.
4. Kreis, Anna. “La forma y el tamaño de las partículas del pienso para pollos de engorde ayudan al rendimiento”. Feed Strategy, 20 de septiembre de 2019. https://www.feedstrategy.com/poultry-nutrition/broiler-feed-form-particle-size-assists-performance/.
5. Malone, B. “Enmiendas sobre la basura: Su función y su uso”. Universidad de Delaware – Agricultura y Recursos Naturales – Hojas informativas y publicaciones. Universidad de Delaware, noviembre de 2005. https://www.udel.edu/academics/colleges/canr/cooper- ative-extension/fact-sheets/litter-amendements/
6. Neetzon, A. M., Pearson, D., Dorko, N., Bailey, R., Shkarlat, P., Kretschmar-McCluskey, V., Van Lierde, E., Cerrate, S., Swalander, M., Vickery, R., Bruzual, J., Evans, B., Munsch, G., & Janssen, M. (2017, octubre). Aviagen Brief. Aviagen – Biblioteca de información. https:// en.aviagen.com/assets/Tech_Center/Broiler_Breeder_Tech_ Articles/English/AviagenBrief-ABF-Broiler-EN-17.pdf.
7. UC Davis Veterinary Medicine. “ ’All out All in’ Poultry Management Approach to Disease Control. Guía para avicultores”. Avicultura-UC ANR, marzo de 2019. https://ucanr.edu/sites/poultry/files/301023.pdf