De igual forma, se destaca en este nuevo decreto como aspecto positivo se acote al maíz, dejando fuera de esta regulación a la soya, la canola, y el algodón; Igualmente se elimina la fecha límite para prohibir el uso de maíz GM para consumo animal y agroindustria.
El CNA reitera que las decisiones de política pública hacia el sector agroalimentario deben estar basadas en ciencia y tecnología para poder garantizar alimentos suficientes , sanos y asequibles.
El uso de maíz genéticamente modificado y el uso correcto del glifosato no causa daños a la salud; como ha demostrado por décadas su consumo y los múltiples estudios científicos realizados en los Estados Unidos, Canadá, Brasil, la Unión Europea y prácticamente en todo el mundo, sin que estos representen un riesgo para la población. Su prohibición sí tendría un impacto negativo en la producción de alimentos.
Respecto del glifosato, el decreto extiende el periodo de transición hasta el 31 de marzo de 2024 y señala que el Conacyt ha presentado distintas alternativas viables, las cuales como CNA desconocemos y serán bienvenidas siempre y cuando éstas estén validadas y probadas en su eficacia, adecuado acceso, costos competitivos para el productor, con base en métodos científicos y en pruebas de campo, sino carecerán de todo sustento y serán inviables.
Es importante resaltar la importancia que revierte para nuestro sector, la relación comercial con Estados Unidos, siendo mercados complementarios, contando con cadenas de suministro muy integradas, que permiten garantizar como en ninguna otra región en el mundo la seguridad alimentaria de toda la población. El CNA reitera el compromiso de trabajar junto con el Gobierno para mantener esta importante relación comercial que ofrezca mayores oportunidades y bienestar para todos los mexicanos.