Las exportaciones de carne de res y de ganado bovino en pie suman dos mil 242 millones de dólares y se expanden a un gran ritmo y demandan cada año un mayor número de becerros y colocan a este sector en el tercer lugar de ventas agropecuarias de nuestro país, sólo por debajo de la cerveza y aguacate, sin embargo, este logro no se refleja en la rentabilidad de la mayoría de los pequeños y medianos ganaderos.
Oswaldo Cházaro Montalvo, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), informó lo anterior durante su participación en el Webinar “Produciendo Proteina Animal en Tiempos de COVID-19: problemáticas, estrategias y necesidades futuras en México: carne de res, organizado por la representación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), encabezado por Diego Montenegro.
Por lo que respecta al comparativo de enero a julio de 2020 contra el mismo período, pero de 2019, el líder ganadero destacó que las exportaciones de carne de res son mayores en 23.8 por ciento y el precio sube 0.8 por ciento, lo que se traduce en un alza de 24.8 por ciento en el valor comercial; las ventas al exterior son principalmente a Estados Unidos, país al cual se destinan el 85.8 por ciento y al mercado de Asia Pacífico con el 10.8 por ciento y las de becerros son mayores en 12 por ciento con poco más de 894 mil cabezas.
Sobre las importaciones de carne res, presentan una reducción de 26.2 por ciento en volumen y el valor comercial baja en 27.2 por ciento a 443.3 millones de dólares debido a que el precio de compra baja en 1.3 por ciento, por lo que la balanza comercial de bovino más ganado en pie es superavitaria de mil 99 millones de dólares.
Por otro lado destacó las fortalezas de la ganadería nacional, las cuales son la sanidad y trazabilidad, en la que México es libre de un sinnúmero de enfermedades como la Fiebre Aftosa, y el riesgo insignificante de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), mejor conocida como “Vaca Loca”, además de la acreditación por parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para exportar.
Sobre el tema de la implementación de medidas para enfrentar el COVID-19 en el sector ganadero, Cházaro Montalvo propuso incluir en el Programa de Bienestar para el Desarrollo a los Pequeños y Medianos ganaderos, como se tiene hay para la agricultura, como medio de compensación y estímulo directo a su economía.
Rescatar de la partida de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuacultura los recursos necesarios para reactivar los programas de fomento productivo, mejoramiento genético, capacitación, trazabilidad, administración de riesgos, entre otros, que actualmente no están fondeados.
Activar debidamente replanteado, el Programa de Crédito Ganadero a la Palabra que privilegie la adquisición de hembras y sementales de las diferentes especies del hato nacional, en beneficio de los pequeños productores a incorporar en el desarrollo productivo.
Detonar la dispersión de recursos destinados a las acciones en materia de salud animal en los estados, a manera de mantener la fortaleza zoosanitaria que tiene México, así como las acciones desde nivel central para los mismos propósitos, incluyendo los sistemas de inspección y trazabilidad.
Consideró necesario hoy darle certidumbre al sector pecuario a través de marcos normativos, como la sanidad animal, Aguas nacionales y seguridad personal y patrimonial de los ganaderos.
También análisis de políticas públicas que alienten la producción y generen mayor inclusión de pequeños ganaderos, a través de recursos en el Presupuesto de egresos de la Federación 2021.
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