La generación de resistencia, la toxicidad, la contaminación de pastizales y reservas ecológicas, la afectación de especies benéficas de insectos y los riesgos para la salud de quienes los manipulan son algunas de las desventajas de los productos químico sintéticos que hicieron se voltee a ver con interés a las alternativas de origen orgánico vegetal para el control de plagas, infestaciones de insectos y artrópodos del ganado en el campo y en animales de compañía en ciudad. 

Las plantas con propiedades insecticidas son abundantes en la naturaleza y han sido usadas por el hombre desde tiempos inmemoriales. Durante los últimos 50 años, se han reportado más de 2000 especies de plantas que contienen principios activos efectivos contra ectoparásitos, pero hay uno que destaca poderosamente: el Neem.

De Asia para el mundo.

El Neem cuyo nombre científico es Azadirachta indica es un árbol originario del sudeste asiático. El término tiene su origen en el sanscrito y significa “curador de todas las enfermedades”. Otras denominaciones son Nim, Margosa, Lila de la India.  

El Neem puede alcanzar una altura de 30 m, caracterizado por su fuste corto y recto, una corteza arrugada marrón y una copa densa y redondeada con hojas pinnadas. Se ha adaptado a zonas semiáridas. Tolera temperaturas de 0 a 49°C. Puede vivir más de 200 años.

Distribuido en más de 78 países de Asia, África, Oceanía, Centro y Sudamérica se cultiva para sombra, combustible y numerosos productos no madereros que se obtienen de las hojas, la fruta y la corteza. En México se reporta desde 1989 estando presente en Yucatán, Veracruz, Oaxaca, Morelos, Chiapas, Guanajuato, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Durango, Baja California Sur y San Luis Potosí.

Bioactivos y sus acciones.

El árbol de Neem contiene 30 metabolitos insecticidas. Los biológicamente activos son los terpenoides, llamados más específicamente limonoides, siendo el más importante la Azadirectina, (AZA). Este compuesto se encuentra en la corteza, hojas y frutos de este árbol, pero la mayor concentración se ubica en las semillas.  

La azadiractina y sus derivados actúan en las células neurosecretoras del cerebro de los insectos y otros artrópodos causando inhibición del crecimiento e incapacidad para desarrollarse normalmente. Se observan deformaciones de la piel, alas, patas y otras partes del cuerpo.

Adicionalmente, la azadiractina posee efectos repelentes, disminuye la oviposición, altera el comportamiento alimenticio de los insectos e influye negativamente en la fecundidad de los huevos. Además de inhibir la formación de quitina, interfiere en la comunicación sexual, el apareamiento, el desarrollo de huevos, larvas y pupas.

Otros compuestos que refuerzan las acciones de la AZA son la ecdisoma, que altera el comportamiento en los procesos vitales de los insectos y la salanina, que posee actividad repelente.  Se ha observado que los preparados oleosos de Neem tienen acción acaricida, nematicida y fungicida.

En el campo veterinario se usa para control de ectoparásitos del ganado, perros y otros animales. Diferentes productos del Neem como el aceite y extracto acuoso de las semillas, polvos de hojas secaas, semilla molida han resultado efectivos para combatir garrapatas, moscas del cuerno, mosca picante, lombrices intestinales y moscas del ganado, pulgas y sarna del perro, ácaro y piojo de las gallinas.

También ha sido utilizado para el combate de las bacterias Sthaphyloccocus aureus causante de mastitis en vacas y de Salmonella bacterium responsable de abortos en vacas, yeguas y borregas.

Cero toxicidad.

Es importante mencionar que los compuestos derivados del Neem son de fácil biodegradación y no dejan residuos tóxicos contaminantes y no hay acumulación de los principios activos en la cadena alimenticia. Tampoco dejan residuos en el suelo ni en productos vegetales al ser utilizados como plaguicidas o desinfectantes.

Usos exitosos.

Hoy en día existen múltiples formulaciones comerciales de Neem indicadas para afecciones en humanos. La evidencia demuestra alta efectividad en el tratamiento de la sarna, eliminación de piojos, nemátodos y gusanos filiformes.  Se recomienda para sujetos sensibles a la permetrina, un insecticida que puede ser irritante.

En el área veterinaria y particularmente para el control de las garrapatas del ganado, el aceite de Neem ha mostrado excelentes resultados actuando como repelente de estos ácaros. Vale mencionar que la sarna, producida igualmente por ácaros, también es tratada eficazmente con el producto orgánico hecho a base del extracto de Neem, adicionado con aceites y fijadores naturales, denominado IXODES ® del laboratorio DESPPO, del que hablaremos ampliamente en el próximo artículo.

Redacción y edición: Contenidos AAA. Bibliografía disponible a solicitud del interesado.

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