La Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos notificó su intención de abrir un panel arbitral bajo el T-MEC por las restricciones a la importación de maíz amarillo que impuso México.

Estados Unidos considera que hay disposiciones incompatibles con el acceso a mercados y medidas sanitarias que establece el tratado en el “Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado” que el Gobierno mexicano publicó en febrero pasado.

El presidente López Obrador celebró la apertura del panel porque, según él, le permitirá a México presentar pruebas contra los transgénicos y el maíz amarillo. “Es algo, yo creo importante, el que haya solicitado el Gobierno de Estados Unidos ir a un panel para dirimir, para resolver lo del maíz transgénico, yo creo que va a ser muy importante porque no es un asunto nada más de México, es un asunto que le va ayudar a los consumidores de Estados Unidos”, sostuvo.

Pese a la inconformidad, el presidente prometió que México acatará los resultados del panel. “Vamos a acatar la resolución de los que participen y decidan en el panel, vamos a estar de acuerdo con la resolución que se emita una vez que presentemos pruebas y que se desahogue todo”.

Las organizaciones cúpula del sector agroalimentario y pecuario han marcado su posición. El Consejo Nacional Agropecuario señaló en un comunicado que considera que el decreto del año pasado resuelve la gran mayoría del posible daño al comercio de esos granos entre ambos países. El sector pecuario y la agroindustria han podido continuar la importación de todo tipo de maíces sin que el comercio se haya visto interrumpido o afectado.

Los maíces transgénicos se han estado utilizando por más de 25 años en todo el mundo y no existe evidencia científica de daño alguno a la salud. En Europa por ejemplo, este debate se tuvo hace décadas y hoy no es un tema de preocupación, al   no haberse encontrado evidencias científicas concluyentes en contra.

Por su parte, la Unión Nacional de Avicultores manifestó en un comunicado que el maíz biotecnológico es un insumo esencial para la alimentación de las aves, por ello es fundamental para la avicultura nacional garantizar en todo momento el acceso a este grano, a fin de no poner en riesgo la producción, el abasto oportuno y suficiente de huevo y pollo ni la seguridad alimentaria de nuestra población.

Es un hecho que México depende de las importaciones de este grano para satisfacer su consumo nacional pecuario, por lo que urgimos a los gobiernos de los dos países resolver a la brevedad sus diferencias en torno al maíz biotecnológico. Nuestras economías son complementarias. Debemos seguir avanzando en los procesos de integración comercial que permitan el crecimiento de ambas economías y el bienestar de la población, puntualizó la gremial avícola.

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