El aumento de las infecciones por Covid-19 en trabajadores de Estados Unidos ha obligado a las plantas cárnicas a bajar ritmo a la producción y al gobierno a sustituir a los inspectores de los mataderos.

Una menor capacidad de sacrificio reduce la oferta de carne de vacuno en Estados Unidos en un momento de auge de la demanda y significa que los ganaderos deben mantener el ganado más tiempo en los corrales de alimentación o en los ranchos. Un periodo sostenido de menor producción podría aumentar aún más los altos precios de la carne en un momento de temor a la inflación.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó que los procesadores de carne de vacuno mataron 112,000 reses el pasado viernes, un 6% menos que el año anterior e igualando los niveles del 3 de enero, que fueron los más bajos desde octubre. El sacrificio de cerdos, por su parte, descendió un 5% respecto al año pasado el viernes, según el Departamento.

Los casos de Covid-19 habían aumentado en 26 de los 30 condados donde se encuentran las mayores plantas de producción de carne de vacuno del país.

Extractado de El Economista.

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